Es así, inevitable

viernes, 5 de agosto de 2011

Algo adentro mío

Comienzo a sentirlo. Como un cosquilleo unos escasos milímetros debajo de mi piel. Ese hormigueo tan desagradable y a la vez complaciente, esa energía negra que recorre mis venas, las llena si necesitar sentido alguno.
Intento traducirlo, pero no quiere ser explicado. Sólo quiere salir, asomarse acaso.
Las palabras no bastan, el cariño, cualquier sentimiento, cualquier tipo de afecto. Nada es suficiente, nada puede contrarrestar el proceso, demasiado tarde como para arrepentirse.
Tus ojos me punzan, intentan atravesarme, descifrar el escaso indicio que mis temblequeo te da vagamente.
Las vellosidades, ya erizadas, se sirven de una nueva carga electrógena, mis corpúsculos parecieran alejarse entre sí, como abismos separados por anillos de células en mi piel, entonces me dilato, crezco, soy enorme aunque no pareciera darme cuenta.
La transpiración no es más que un agregado,
Y ya inflado como un globo comienzo a elevarme, lenta y gentilmente, dejo de sentir la incidencia de todas las leyes físicas sobre mi persona, olvidando así todo lo que alguna vez creí real para así dejar mi cuerpo y este mundo para siempre.