Es así, inevitable

domingo, 30 de agosto de 2009

Nada

No soy nadie. Nada en abosluto. Ni si quiera sé si valgo algo en esta bolsa enorme llena de vidas, no sé siquiera si se le puede adjudicar una cierta trascendencia a una vida entre otras millones completamente iguales.
Nada. Eso es lo que soy.
Porque los filósofos me vienen con que el concepto de la nada no se puede concebir, que lo contrario al no ente y qué sé yo qué; pero la verdad es que ni yo, ni vos, ni él, ni nadie en este mundo somos nada en absoluto. ¿Y por qué es eso? Porque al paso de la historia no le importamos, no trascendemos, sólo nos reproducimos, pero cuando todo este sueño termine a nadie le va a importar ese tipito chiquito y modesto llamado Juan Pérez que vivía en la calle Venezuela en un departamento de 3 ambientes y todas las mañanas se iba al estudio jurídico, de la misma manera que nadie en este universo va a importar el día en el que todo muera.
Y lo peor es que cada vez falta menos, y a nadie pareciera importarle.