Es así, inevitable

martes, 26 de enero de 2010

Sin título ('08)


Un enorme cúmulo de luces y humo baila en medio de una enorme oscuridad. Algo se confunde y somos nosotros ahora quienes bailamos. Estamos tan felices, somos tan libres, somos tan nosotros. Cuatro, uno, miles. No importa cuántos seamos, somos y eso es lo que realmente importa.
Que digan lo que quieran, no me arrepiento de nada. Sigo dando vueltas en lo mismo y nunca lo dejaré de hacer. Júzguenme por amar, mátenme y aliméntenme con tierra si es necesario, pero –repito- nunca me voy a arrepentir de todo lo vivido allí.
Yo amo, yo soy, yo fui.
Quizá estábamos demasiado bailados como para darnos cuenta, es que era tan hermosa la libertad. Y si hay algo que realmente quiero es que me griten al oído, que me den un abrazo, que nos amemos dos veces, que todo sea como siempre porque siempre amé como fue todo en mi escuadrón.
Un gran pedazo de mí quedó en ustedes, y créanme que ustedes han dejado mucho en mí. Y el disparador de todo esto siempre fue y será el mismo tramo de mi historia (de nuestra historia). Cualquier lugar donde encontráramos nuestra pequeña Italia sería perfecto. Y éste lo fue.
Ahora solo queda el recuerdo y las esperanzas futuras. El presente es una máquina que sólo sirve para ser conmemorada por todos luego de constituirse en algo.
Y si yo no manejo (o nosotros no lo hacemos), ¿Quién lo hará?